lunes, 21 de octubre de 2013

BASQUE GRAPHIC DESIGN

Como ya sabéis este fin de semana ha sido el Selected D, el cual es un evento de dos días en el que Index Book reúne a profesionales de toda Europa para intercambiar ideas y compartir soluciones creativas a través de conferencias y talleres.
A través de un video quisieron mostrar cómo es el Diseño Vasco en la actualidad. Fueron presentados 200 trabajos de 46 profesionales del Diseño,  entre Agencias y Freelances. Durante el evento se pudieron ver los trabajos en una pantalla alojada en el Hall. Junto a la pantalla colocaron un folleto donde aparecían las fotografías de los 20 trabajos ganadores y en el reverso los nombres de los participantes y sus respectivas webs.
Yo no estuve entre los ganadores, pero al menos podéis verme en el video. Mi trabajo aparece a partir del min 4:56. Espero que os guste.

Basque Graphic Design from Beaz Bizkaia on Vimeo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Pasó anoche

No podría decir con exactitud dónde comenzó el fuego. Yo estaba concentrado repasando los albaranes, poniendo en orden los pedidos de libros, abstraído, en fin, por mis cosas, y sólo fui consciente del desastre cuando abrí la puerta de mi despacho para marcharme y de golpe entró el humo desde la tienda. Los estantes estaban ardiendo, media librería en llamas amenazaba con extenderse con rapidez a la otra mitad intacta. Me paralicé, no soy ningún héroe. Si hubiese hecho algo, habría tirado por la borda cuarenta años de cobardía. Ya ve que soy sincero. Ahora podría inventarme que luché con el fuego, que peleé contra él con el extintor en una mano y un pañuelo humedecido en la otra, jugándome la vida por salvar mi negocio, pero no fue así, qué le voy a hacer. Entonces sólo encontré fuerzas para intentar salir.

Al poner el pie en la calle llegaban los bomberos, como llegan ellos a los sitios, con discreción. Había gente observando el desastre. Una señora me abrazó y comenzó a decirme: tranquilo, no pasa nada, tranquilo, estás a salvo, ya estás a salvo. Un hombre me preguntaba a voces, nervioso, si había alguien más dentro. Yo tosía, y entre tos y tos intentaba decir que no, que estaba yo solo. Pero el señor parecía no entenderme, porque repetía la pregunta una y otra vez, cada vez a mayor volumen, hasta que conseguí escapar de los brazos de la señora y le grité que no, ya le he dicho no hay nadie más. Aún así, me preguntó si estaba completamente seguro. También llegó la ambulancia de emergencias, la policía local y la nacional, y un fotógrafo con barba de algún periódico que no paraba de hacerme fotos –ganas me dieron de hacerle tragar la cámara-. Sin saber cómo, me vi metido en la furgoneta-ambulancia. En menos de un minuto tenía puesto un collarín y una médico me hacía preguntas absurdas: qué día es hoy, sabe usted dónde estamos, recuerda cómo se llama… A veces se abría la puerta de la ambulancia y entonces saltaba un destello de flash y yo me acordaba de la madre del fotógrafo: al principio en baja voz y luego ya sin disimulos. La médico me dijo que era conveniente ir al hospital para que me hicieran un chequeo. Me negué. Al bajar del vehículo los bomberos habían colocado en la puerta un ventilador que extraía el humo. Por la entrada de la librería chorreaba agua negra que arrastraba restos de papeles carbonizados. Habían desalojado todas las viviendas del bloque y sus habitantes estaban en pijama en la calle, algunos de ellos con niños en los brazos. En cierta manera me sentí culpable. Aún pasaron un par de horas hasta que me pude ir a casa. Imagínese el camino de regreso, andando, no quise que nadie me llevase. Es cierto, debía parecer un hombre llegado de alguna guerra, de una guerra muy larga y muy de infantería, de cuerpo a cuerpo, de bayoneta. Ni siquiera cené. Abrí muchas veces la nevera. La abría y me quedaba largo rato mirándola, hasta que me daba cuenta de que tenía el pensamiento perdido y de que, en verdad, no estaba buscando nada dentro de ella. Me tomé dos pastillas para dormir y me fui a la cama.

Tumbado sobre el colchón, desnudo y desarropado, escuché a los vecinos de abajo reírse. La vida sigue, pensé. Pero ahora me cuenta usted que nada de esto es cierto, que yo nunca tuve una librería, que hoy hace diez años que estoy aquí ingresado, que todo esto tal vez lo haya soñado esta noche. Lo último que recuerdo es lo que acabo de contarle. No es un recuerdo lejano, sino de ayer mismo, de hace apenas unas horas. Diez años, dice usted. Eso es mucho tiempo. Repítame, si es tan amable, cómo ha dicho que me llamo.
Ismael Rozalén




miércoles, 9 de octubre de 2013

El abrazo del astronauta

Propuesta para el concurso "4 relatos buscan 4 ilustradores"


El astronauta Jack dio un pequeño salto que le elevó casi un metro sobre la superficie lunar. La misión estaba completada: las piedras recogidas, el polvo guardado en bolsas herméticas, las fotos hechas, todo, en fin, preparado para regresar a casa. Pero el astronauta Jack tenía una misión personal que aún no había completado y que, bien mirado, era la razón última y verdadera por la que durante años había luchado para poder estar ahora en mitad del cráter Tsiolkovsky. No es cuestión de irlo comentando por ahí, pero, qué diablos, a Jack le traía al fresco la investigación de la NASA y el orgullo americano de ser el único país que iba y venía al satélite terrestre cada vez que el presidente creía necesaria una demostración de poderío espacial. Supongo que a cada uno le impulsan secretos íntimos e inconfesables en la vida, y que es posible que detrás de las grandes hazañas se encuentren en muchas ocasiones fuerzas que de saberse restarían mérito a lo conseguido. Pero, miremos el lado positivo, de no haber sido por eso, Jack nunca hubiese aguantado, por ejemplo, que durante meses cada día le subieran a las seis de la mañana a una máquina que daba vueltas y más vueltas para ver cómo respondía su cuerpo ante tirones gravitatorios extremos. Así que el bueno de Jack le dijo por el intercomunicador a Mike: Mike, ahora voy. Y Mike le respondió: ahora es ahora, Jack, tenemos cuatro minutos de autonomía en nuestros tanques de oxígeno. Y Jack colocó sobre el suelo lunar el brazo articulado que llevaba para recoger rocas y escribió: Jack loves Jane, que quiere decir Jack ama a Jane.

Cuando el helicóptero les recogió en mitad del océano Pacífico y les llevó al portaaviones y vio a Jane, la abrazó y le susurró al oído: tengo que contarte algo, no te lo vas a creer. Pero Jane, vestida con un trajecito azul de tirantes muy finos, falda justo por encima de las rodillas y espalda al aire, echándose hacia atrás y escapando del abrazo del astronauta, le tapó la boca y le contestó: ahora que todo ha terminado y que estás a salvo en casa, he de decirte algo yo a ti: voy a tener un hijo con Peter. ¿Qué Peter?, dijo Jack. Peter Steiner, contestó Jane. Entonces Jack, que aún llevaba puesto el traje espacial, se dio la vuelta, con la escafandra en la mano derecha, y miró la luna, que estaba saliendo en ese mismo instante del fondo marino.

Ismael Rozalén


miércoles, 2 de octubre de 2013

NOVEDADES: AGENCIA DE ILUSTRADORES LUISAN.NET



Hacía tiempo que buscaba un agente como ilustradora y tengo que decir que no ha sido fácil encontrar a alguien que se adapte a mis necesidades.

Fuera de España quizás es más común que exista este tipo de agencias, pero aquí hay muy poca oferta. Para los que controlen inglés y quieran buscarse la vida fuera, les recomiendo que busquen un agente fuera, ya que hay todos los que puedas necesitar y más.

Yo me he querido quedar aquí, con personas de aquí y he encontrado una agencia en Madrid a la que le gustó mi estilo y tienen lo que necesito. La Agencia se llama Luisan.net y tienen una gran variedad de ilustradores con estilos únicos y sus clientes son tanto de España como fuera.

Tengo el lujo de poder formar parte de este elenco de ilustradores, por lo que desde esta misma semana podréis encontrar mi portfolio tanto en mi web como dentro de la Agencia Luisan.net.

Visitar mi portfolio


lunes, 23 de septiembre de 2013

martes, 21 de mayo de 2013

Marta

Nueva regalo, nueva ilustración. La original es más alta y lleva el nombre de la niña

Concurso de Trakabarraka y Arteuparte


Hace unos meses, cuando me enteré del concurso que organizaba Trakabarraka junto a la revistaArteuparte, estaba deseando poder presentar mis propuestas porque el premio me gustaba. Consistía en un vale de regalo para la tienda de Trakabarraka, tienda que me gusta mucho, una tirada corta de camisetas con la ilustración ganadora y una entrevista en la revista Arteuparte. No he sido la afortunada ganadora de llevarme el premio, pero no ha sido en vano. Experimenté mucho mi segunda propuesta y creo que este tipo de concursos viene bien para no dejar la mano tonta.
Además, la propuesta ganadora me ha gustado mucho, es muy delicada. Al contrario que los concursos de carteles, los concursos a los que me he presentado como ilustradora, no he ganado, pero las propuestas elegidas han sido de calidad. Eso anima bastante ya que si te “gana” alguien, que sea porque los elegidos son buenos.
Presenté dos propuestas, una más del estilo que la gente me conoce, y otro nuevo. Sigo dándole vueltas a este estilo nuevo, ya que me parece muy fresquito para el verano. Una colección con éste en mis tiendas en Society6 y La Tostadora quedará muy actual. También quiero retomar mi tienda deArtesanio y poder vender mi colgantes. Adelanto con ello que haré también con otros colores los camafeos, para que las chicas que en vez de gustarles el oro viejo, les guste los colgantes plateados, tengan esa opción.
Y con esto os presento mis dos propuestas:


miércoles, 8 de mayo de 2013

Mi nueva web

Os quiero presentar mi nueva web. De todas formas desde que tengo redes socales paso más tiempo por allí.


Redes sociales en las que me puedes encontrar:

Twitter   Facebook  Pinterest  Instagram  Behance  Linkedin 

También Tengo tienda en dos sitios más. La de Artesanio la volveré a abrir cuando tenga nuevas ilustraciones. Ahora tengo nuevas pero para público infantil.

Mi tienda en Society6

Mi tienda en La Tostadora

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